Primera parada

Brunch

Recorriendo
cafecitos

Brunch

Bienvenidos a esta primera parada en este tour de cafecitos. Hoy recorremos Brunch, situado en la ciudad de Rosario, calle 9 de Julio esquina Paraguay. Yo vivo relativamente cerca, pero nunca lo había visto. Tal vez sea que inauguró hace poco o tal vez porque nunca había hecho este recorrido -que ahora hago habitualmente en mi caminata hacia el gimnasio- Nunca lo sabremos ¿verdad?

Cada vez que pasaba veía gente haciendo fila para entrar, entiendo que era “hora pico 18.30hs/19hs” pero me llamó la atención la cantidad de gente queriendo ingresar y por eso, quise conocerlo en primera persona.

Aquí estoy, escribiendo este artículo desde la cafetería, y eso es un punto a favor ya que tiene WiFi, indispensable creo yo, hoy en día. Llegué a eso del mediodía y por suerte no tuve que esperar — si hay algo que me da mucha fiaca es esperar — Entré y rápidamente me senté en una mesita bien iluminada en el medio del salón. Me dieron la carta y un juguito de frutas de cortesía y me dispuse a observar el lugar. 

Brunch

Me pedí un té rojo con tostadas de pan de salvado con queso untable y mermelada. Básico, no memorable, pero tampoco tenía apetito de almorzar o de pedirme algún postre. Fue más bien un desayuno tardío.

Muy atento y amable el chico que me atendió, y en pocos minutos tuve mis tostadas con té en la mesa.

Me dispuse a brunchear, y a despejar mi mente por un rato. Luego casi al terminar, comencé a redactar esta parada.

Todo esto de prender la compu en un bar es un poco nuevo para mí y no sé cuándo irme, o cuánto tiempo quedarme. Siento que si ya terminé de comer, debería irme ¿verdad? También entiendo que si no hay gente esperando, puedo extender la estadía unos minutos más. Esa es mi duda constante, porque no quisiera ser la clienta que se queda eternamente porque a veces puedo comprometer al personal — en uno de mis antiguos trabajos tuve la oportunidad de ser camarera y siempre era tema de disputa los clientes eternos, así que sólo conozco el lado del restaurant y no del cliente en cuestión.

9/10

Creo que mientras no vea gente haciendo fila y esperando un lugar para sentarse, puedo quedarme un rato más.

En cuanto a mi experiencia en esta cafetería, de 10 estrellas, le voy a dar un 9 simplemente porque no quiero arrancar con la nota más alta, perdón por ser Brunch el que rompa esa barrera. Me gusta que el lugar sea muy iluminado, me gustó la rápida atención. Tendré que probar nuevamente con algún otro plato un poco más elaborado, para poder saber tiempos de espera o sabor, pero antes de volver, tengo que seguir mi camino.

Veo variedad de platos, tanto dulces como salados, pero justamente la especialidad del lugar es el Brunch, porque la mayoría de los platos que salen de la cocina son Avocado Toast, huevos en sus diferentes formas de cocción, algún que otro postre, y muchas tostadas con algún tipo de queso. También me llamó la atención los jugos que ofrecen, ya que los llevan a la mesa en una botella de vidrio y me parece una opción sustentable a la vez de original y distinta.

Veo personas de todas las edades, mayoría de mi edad -unos treinta y tantos…- pero tal vez sea por el horario donde muchos salen de trabajar. Grupos de amigos, parejas, y también gente en solitario como yo, hacen que no me sienta tan distinta en esto.

Lo que llamó mi atención fue una mesa grande y larga donde se sentó un grupo de amigos, Me pareció algo novedoso y distinto y por sobre todo, práctico ya que a veces es difícil encontrar un lugar donde puedas hablar con tu grupo de amigos -6 o 7 personas- sin tener que gritar o pararte para que te escuchen.

Me gustó que la cocina está a la vista de todos, lo que hace que uno pueda ver y confiar en la elaboración de cada plato. Un punto tal vez no tan a favor relacionado a la cocina, fue que de un momento a otro se llenó el lugar de humo, tanto así que tuvieron que abrir la puerta para que hiciera una especie de “ventilación cruzada”. No estoy muy segura qué fue lo que pasó, pero mi ropa sintió el olor a quemado.

Quiero terminar nuevamente con la atención porque para mí es el punto más importante, más allá del sabor de la comida, porque entiendo que eso puede fallar, pero la atención, la buena onda y la buena predisposión es algo que se puede controlar, y como comensal es agradable estar en un lugar que se sienta bienvenido.

Muchas gracias por leerme, y nos vemos en la próxima edición de “Recorriendo Cafecitos” — mientras termino de escribir esta reseña ya voy pidiendo la cuenta -.