Veo variedad de platos, tanto dulces como salados, pero justamente la especialidad del lugar es el Brunch, porque la mayoría de los platos que salen de la cocina son Avocado Toast, huevos en sus diferentes formas de cocción, algún que otro postre, y muchas tostadas con algún tipo de queso. También me llamó la atención los jugos que ofrecen, ya que los llevan a la mesa en una botella de vidrio y me parece una opción sustentable a la vez de original y distinta.
Veo personas de todas las edades, mayoría de mi edad -unos treinta y tantos…- pero tal vez sea por el horario donde muchos salen de trabajar. Grupos de amigos, parejas, y también gente en solitario como yo, hacen que no me sienta tan distinta en esto.
Lo que llamó mi atención fue una mesa grande y larga donde se sentó un grupo de amigos, Me pareció algo novedoso y distinto y por sobre todo, práctico ya que a veces es difícil encontrar un lugar donde puedas hablar con tu grupo de amigos -6 o 7 personas- sin tener que gritar o pararte para que te escuchen.
Me gustó que la cocina está a la vista de todos, lo que hace que uno pueda ver y confiar en la elaboración de cada plato. Un punto tal vez no tan a favor relacionado a la cocina, fue que de un momento a otro se llenó el lugar de humo, tanto así que tuvieron que abrir la puerta para que hiciera una especie de “ventilación cruzada”. No estoy muy segura qué fue lo que pasó, pero mi ropa sintió el olor a quemado.
Quiero terminar nuevamente con la atención porque para mí es el punto más importante, más allá del sabor de la comida, porque entiendo que eso puede fallar, pero la atención, la buena onda y la buena predisposión es algo que se puede controlar, y como comensal es agradable estar en un lugar que se sienta bienvenido.
Muchas gracias por leerme, y nos vemos en la próxima edición de “Recorriendo Cafecitos” — mientras termino de escribir esta reseña ya voy pidiendo la cuenta -.